Estos son algunos consejos para sacer el mejor provecho posible de tus lecturas diarias de la Biblia, síguelos con regularidad y pronto notarás una mejora sustancial en la comprensión del mensaje que Dios tiene para ti en su Palabra.
- Cada día, separa algo de tiempo para leer la Biblia: Trata de apartar la misma hora cada día. Dedica tanto tiempo como sea posible sin dejar que interfieran otras actividades, pues será un tiempo más o menos largo el que necesites.
- Antes de comenzar la lectura pide la guía y bendición de Dios en oración, el que a él viene con un corazón sincero y dispuesto, él le hablará a través de su Palabra.
- Tomar notas en una libreta, de las ideas o porciones que te han parecido importantes, es de mucha ayuda.
- Selecciona un pasaje bíblico de forma organizada; si no tienes idea por donde comenzar puedes utilizar planes de lectura como «La Biblia en un Año».
- Examina el contenido de la porción a leer:
- ¿Qué tipo de texto es? ¿Histórico, leyes, evangelio, poético, profético o epístola?
- ¿Cuál es el enfoque general del libro o tema del pasaje? No tienes que hacer estudios extensos sobre el libro, hay Biblias que traen esas explicaciones o sitios (como el nuestro) que los tienen.
- Lee el pasaje completo para formarte una idea de lo que se trata ¿Qué ocurre o se discute en los pasajes que ha leído? Identifica palabras y frases que se destacan y qué impacto producen en ti.
- Medita sobre lo que has aprendido del pasaje ¿Cuál es su propósito? ¿Cómo se aplica a tu propia vida? ¿Hay algo en tu vida que necesitas cambiar para llegar a ser mejor prójimo y mejor hijo de Dios? Se honesto, a veces encontramos cosas que no nos gustan, pero recuerda que la Biblia contiene mensajes que cambian vidas.
- Si dentro del pasaje hay algún versículo que quieras memorizar ¿Por qué no lo escribes en tu libreta o celular y lo llevas contigo todo el día para estudiarlo?
- Al finalizar la lectura, da gracias a Dios en oración, por lo que te ha mostrado y pídele su ayuda para que pongas en práctica, de forma permanente, los cambios necesarios en tu vida para ser un cristiano mejor y parecerte más, cada día, a Cristo.
- Comparte con otras personas lo que has aprendido.
Y si te cuesta mucho hacer lo anterior, mientras lo intentas, siempre que te sea posible lee la Biblia al menos una vez al día, el tiempo que puedas, es mejor leerla que no; léela con el deseo de encontrar lo que Dios quiere para ti y no solo buscando lo que tú quieres oír.
Trata de disciplinar tu lectura de la Biblia y verás grandes cambios positivos en tu vida.
«Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón». (Hebreos 4:12).
Recuerda: «Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.» (Isaías 55:11).
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